No importa cantar bien o mal, vestir de lujo o regular. La chirigota del Cascana es así: espontánea y sin comerse el coco más de lo preciso ni necesario.
Una chirigota canalla, diferente y sin rodeos de afinación ni poesías
En ocasiones, las distintas denominaciones de los malos tratos lleva a confusión: Violencia de género, violencia doméstica, de pareja, hacia las mujeres, masculina o sexista...
Redacción BBC Mundo |
La investigación surgió después de que se informó sobre inmigrantes viviendo cerca de las estaciones. |
Los niños, cuyas edades oscilan entre 10 y 15 años, están bajo el cuidado de los servicios sociales de la ciudad capitalina.
Fueron hallados cuando la policía del sistema ferroviario investigó los informes sobre grupos de inmigrantes que vivían, en condiciones paupérrimas, cerca y dentro de tres de las principales estaciones de trenes de Roma.
Las autoridades dijeron que los niños no hablaban italiano y que penetraron en las cloacas al remover las tapas.
De acuerdo con la policía, se metían en las alcantarillas en la noche y dormían parados sobre las cañerías.
Tráfico
Según datos suministrados por organizaciones que velan por los derechos de los infantes, el número de niños que han entrado a Italia ha aumentado sustancialmente en los últimos cinco años.
La agencia no gubernamental Help the Children informó que 1.000 menores de edad, oriundos de Asia, África y América Latina, llegaron a Roma, el año pasado, sin la compañía de un representante.
El corresponsal de la BBC en la capital italiana, David Willey, señaló que se cree que los pequeños ingresaron a la ciudad tras viajar como polizontes en camiones de carga procedentes de Turquía y Grecia.
Recientemente, la policía de Roma encontró grupos de inmigrantes irregulares de Bangladesh y China que vivían hacinados en una habitación.
A lo largo de los últimos meses, en la medida que se iba agravando la crisis económica, por boca del propio gobierno, bien en palabras del presidente del gobierno J. L. Rodríguez Zapatero, del ministro de economía Pedro Solbes, o del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, acompañados de toda una pléyade de analistas políticos y financieros, nos han dicho una y mil veces, que el sistema bancario español era sólido, serio, saneado y que aquí, a diferencia de lo sucedido en el último año en EEUU y otros países, no se producirían quiebras semejantes. Ahora, la entidad financiera Caja Castilla-La Mancha ha tenido que ser intervenida por el Banco de España, convirtiéndose en la primera entidad intervenida por el banco central en el Estado español desde la crisis de Banesto en 1993.
Acuciada por la falta de liquidez, CCM (que representa el 0,8% de los activos del sistema financiero español), buscó la fusión con Unicaja e Ibercaja en un intento de salir de la situación, hasta que ha tenido que ser el propio gobierno, quien con un aval de fondos del tesoro de 9.000 millones de euros asegurará la falta de liquidez de esta caja.
A la pregunta sobre cómo se ha llegado a esta situación, cabe decir que entre los años 2006 y 2008, cuando ya era visible la caída de la burbuja inmobiliaria, Caja Castilla La Mancha duplicó el volumen de sus créditos en este sector, el valor de sus activos en operaciones de crédito a las constructoras en 2007 ascendía a 966 millones de euros, el equivalente a sus recursos propios. La concentración de capital de CCM en el sector constructor y promotor, el 21%, triplicaba la del sector. En el aeropuerto de Ciudad Real CCM participa con un 25% de la sociedad de explotación, aproximadamente 350 millones y que intenta vender por más del doble de esa cantidad. Hoy este aeropuerto está en venta porque es un negocio ruinoso debido a su escaso uso. A este macroproyecto de incierta o nula rentabilidad hay que añadir, como ya se ha señalado, la apuesta por la especulación urbanística, fomentada desde las instituciones públicas de la región (ayuntamientos, diputaciones, Junta de Castilla La Mancha), amén del favoritismo a determinados grupos de empresas.
Pero mas allá de consideraciones de tipo ético, lo cierto es que la crisis de CCM hunde sus raíces en los males de la economía española y que durante estos años de bonanza económica no solo no se han extirpado (somos el país menos competitivo de Europa, solo por encima de Portugal), sino que además se agravarán en el futuro. La débil economía española buscó una salida en el sector de la construcción. Más del 60% de los créditos concedidos por bancos y cajas se destinaron a hipotecas y negocios inmobiliarios. Durante años hincharon la burbuja constructora y ahora todo eso se vuelve en su contra.
Es de conocimiento común que durante el último año se ha disparado la morosidad a bancos y cajas, constituyendo uno de los aspectos más negativos de la economía española. Las últimas declaraciones del gobernador del Banco de España nos advierten que serán precisas nuevas intervenciones en entidades financieras "si la crisis internacional se prolonga (...) para lo que deberíamos prepararnos para emplear más recursos públicos que en ocasiones anteriores".
De nuevo el gobierno pone a disposición de los banqueros fondos públicos, que sin duda se sustraerán del gasto en sanidad, educación o servicios sociales, de lo que resultarán perjudicados una vez mas los trabajadores y los sectores sociales más débiles. Una salida a la crisis favorable a la clase obrera pasa por un control público de los medios de producción. Nacionalizar la banca bajo control obrero no es un consigna utópica sacada del pasado remoto de la historia de la clase trabajadora, muy al contrario es una medida política realista, absolutamente necesaria, pues sólo con las palancas fundamentales de la economía en manos de la clase obrera se garantizaría la puesta en marcha de una economía orientada a satisfacer las necesidades de la mayoría de la sociedad, no como bajo el sistema actual en manos de ricos banqueros y empresarios sin otro objetivo que el lucro para ellos mismos.
"Cádiz es mucho mucho más que la ciudad del sonreir, del flamenquito, el carnaval o la que viste estadios de amarillo, Cádiz es la cuna de toas las culturas..."
Tras una década de "boom económico" en que los beneficios de la gran banca, los grandes monopolios y los grandes especuladores inmobiliarios se han disparado obscenamente, la crisis de la economía capitalista se extiende desde los países más industrializados hasta los continentes más pobres. Una crisis financiera descontrolada, la más importante desde el crack de 1929, amenaza los cimientos del capitalismo.
En estas condiciones, la burguesía pretende descargar sobre los hombros de las familias trabajadoras las consecuencias de la recesión y el caos económico: despidos, recortes salariales, privatizaciones de servicios públicos, precariedad... Pero este plan tiene también otra cara: la utilización de cientos de miles de millones de euros del dinero público para salvar a la gran banca de la quiebra y evitar de paso un colapso del conjunto de la economía mundial. En definitiva, socializar las perdidas después de que se hayan privatizado las ganancias, o parafraseando a un conocido escritor norteamericano "Socialismo para los ricos, capitalismo para los pobres".
En el Estado español la situación de la inmensa mayoría de la clase trabajadora empeora cada día que pasa. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), más de 10 millones de trabajadores cobramos salarios inferiores a los 1.000 euros al mes o raspamos esa cantidad: la media de los salarios en 2007 era la misma que en 1997; al mismo tiempo, seguimos a la cabeza de la precariedad laboral de la Unión Europea, con un 34% del total de la fuerza de trabajo; en el caso de los jóvenes menores de 30 años, el porcentaje sube al 45% y triplica la media comunitaria. En contraste, las empresas que cotizan en el Ibex 35 obtuvieron, en 2007, unos beneficios de más de 49.000 millones de euros, un 15'7% más que el año 2006. Unos resultados espectaculares a costa de nuestra sobreexplotación y de un trasvase gigantesco de plusvalía de nuestros bolsillos hacia los suyos.
Pero en este año las cosas han ido a peor. Además de una escalada descontrolada de la inflación, que afecta fundamentalmente a los precios de los productos de primera necesidad, la recesión económica en la construcción y en la industria está afectando de lleno al empleo. El número de parados se ha incrementado un 24,7% en el último año, es decir 500.000 parados nuevos, colocando el total de desempleados en ¡2,5 millones! En la construcción se pronostica un millón de parados en el sector para mediados de 2009, y en la industria del automóvil ya se han anunciado planes para despedir a 1.300 trabajadores en Ford y otros 600 en Opel. La perspectiva es que los expedientes de regulación de empleo y cierres de empresas se multipliquen en los próximos meses. Por otra parte, la directiva aprobada por la Unión Europea a favor de la extensión de la jornada laboral a 60 horas semanales es una clara advertencia de hasta donde están dispuestos a llegar en sus ataques a los trabajadores. Impedir que estos planes salvajes se lleven a cabo, defender nuestros salarios y empleos, solo será posible si el conjunto de la clase trabajadora y de la juventud se moviliza masivamente, demostrando su enorme fuerza paralizando la producción y el país.
¿Para quién gobierna Zapatero?