Como es lógico no todo el mundo acabó contento con la decisión del jurado del COAC en este 2008 (incluido el que les escribe), esto se debe a que nuestro Carnaval se nutre de sentimientos, emociones y subjetividades que es lo que lo hace único, al final los aficionados nos consolamos pensando que los cajonazos de este Carnaval (van unos cuantos en su historia) con el tiempo se transforman en agrupaciones míticas, de esas que cuentan nuestros padres que vieron y vivieron en directo deleitándose en aquellas voces, en sus letras o en su tipo... y a ti siempre te da por pensar: "ojalá hubiera podido estar allí para verlo". Todos tenemos una agrupación favorita que nos gusta más que las otras por un motivo u otro y cuando esta no gana creemos que ha sido una gran injusticia (doy fe que, en ocasiones, ha sido así).
El Concurso, en general, ha sido bueno y con agrupaciones de calidad y como en otros años han vuelto a presentarse agrupaciones noveles, señal inequívoca de que nuestro Carnaval goza de muy buena salud. Terminó el Falla dando paso a la calle, al alma de estas fiestas donde el pueblo de Cádiz pasa de ser espectador a ser el principal protagonista de su tradición más arraigada. Aquí sí que no hay ganadores o perdedores ni segundos, primeros o terceros, en la calle siempre ganan los gaditanos o cualquiera que se acerque por Febrero a esta tierra y comparta con ellos la alegría y el cachondeo en su estado más puro.
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